5 claves para una correcta auditoría SISO

Una auditoría SISO (seguridad industrial y salud ocupacional) es el mecanismo que permite comprobar la eficacia de un programa de seguridad en el trabajo. Esto significa que el auditor podrá certificar sin lugar a dudas, que el programa cumple con el objetivo primario de eliminar riesgos o reducir su impacto negativo.

¿Cómo lograr una auditoría SISO exitosa?

  1. Preparación de la auditoría:

 

Primero que todo es indispensable determinar quién realizará la auditoría y qué es exactamente lo que auditará el equipo elegido. En algunas organizaciones suelen contratar consultores externos para encargarlos de la tarea.

En otros casos, se dispone de auditores calificados provenientes de diferentes áreas de la empresa. Cuando se utiliza un equipo de auditoría interna, lo que se hace es elegir empleados de diversas áreas y niveles. Deben estar representados cada uno de los departamentos de la empresa: producción, gerencia, área comercial, etc.

Así se garantiza una auditoría completa e interdisciplinaria que contribuirá al éxito de la tarea. Durante la etapa de preparación también se define el alcance de la auditoría y los objetivos. La revisión de los estándares, políticas u otras normas aplicables, ayuda a los auditores a establecer objetivos y aumentar sus habilidades.

Los resultados de auditorías anteriores también son una buena fuente de información, especialmente cuando estos incluyen recomendaciones y observaciones para la mejora del programa.

2. Realización de la auditoría:

Durante la auditoría se revisan los planes, procedimientos y otros documentos escritos, que pueden ayudar a los auditores a establecer si lo escrito se refleja en la realidad. Esto es muy importante. El auditor o los auditores no pueden basar su trabajo exclusivamente en los documentos. Es necesario comprobar que estos son la base del trabajo diario de todos los empleados de la organización. Se debe ver reflejado en la actividad que desarrolla la empresa.

Gran parte de la revisión se enfoca en hallar fortalezas y debilidades en los procedimientos, tanto en lo que está escrito como en lo que sucede en la práctica. Hablar con los empleados que operan máquinas o siguen los procedimientos que se auditan, proporcionará información muy valiosa. Son ellos los más calificados para explicar cómo funcionan las cosas y que se podría hacer para que funcionen aún mejor.

Algunos auditores son muy proclives al uso de las listas de verificación. Otros prescinden de ellas y se basan en observaciones y notas.

3. Redacción del informe de auditoría y de acciones recomendadas:

Tras la auditoría, los miembros del equipo auditor deben compilar todas las notas en un informe que resuma los hallazgos. La revisión debe incluir las áreas auditadas, quién realizó la auditoría y una lista de las personas entrevistadas.

Un buen informe de auditoría es objetivo y conciso, e incluye hallazgos tanto positivos como negativos.

También refleja los hallazgos y la perspectiva de todos los miembros del equipo. Además, los hallazgos, un informe de auditoría completo incluye una lista de acciones recomendadas y áreas de mejora, basadas en los hallazgos de auditoría.


4. Priorización de acciones correctivas:

Las auditorías pueden revelar la necesidad de acciones correctivas prioritarias, que deberían ejecutarse de inmediato, pero también de acciones menores que la organización tendría que considerar si piensa en la mejora continua del programa.

La lista puede ser larga o corta. De una u otra forma, es poco probable que se pueda abordar cada problema de inmediato. El equipo de auditoría debe trabajar con directores de área, gerentes y supervisores, para establecer prioridades basadas en el nivel de peligro que presenta cada hallazgo. Los hallazgos que representan el mayor riesgo deben recibir prioridad sobre otros con valoración de riesgo más bajo.

Después de priorizar las acciones, el equipo generalmente asigna tareas, así como fechas de finalización y revisión. El equipo también tendrá que describir cómo se deben registrar las tareas completadas para que los elementos se puedan revisar durante futuras auditorías.


5. Comunicación de los resultados de auditoría:

A los empleados les gusta saber qué va bien y donde se producirán las mejoras. La publicación en áreas comunes de las instalaciones, o en otros lugares apropiados, fomentando así la transparencia y permitiendo que los trabajadores conozcan el verdadero estado de la seguridad en su lugar de trabajo.

Publicar y comunicar los resultados de auditoría, también ayuda a que todos comprendan los cambios que puedan ser necesarios y cómo esos cambios aumentarán su seguridad personal.

Realizar una auditoría de seguridad laboral requiere tiempo y esfuerzo, pero como todas las cosas que requieren un esfuerzo excepcional, proporcionan resultados valiosos que hacen avanzar a la organización en sus objetivos estratégicos. La auditoría de seguridad laboral desencadena cambios proactivos que ayudan a prevenir lesiones, enfermedades y muertes de empleados.

Es importante resaltar que las empresas no deben cumplir con la normativa de Seguridad Industrial y Salud Ocupacional por realizar una buena auditoría, sino por garantizar la protección y seguridad de todos y cada uno de los empleados.

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