Almacenamiento de Lubricantes

Todo lo que debes saber

El almacenamiento de los lubricantes nuevos desempeña un rol muy importante para asegurar que el aceite es entregado en la condición correcta.

Cuando se almacena grasa, e incluso cuando se está utilizando, se presentará una cierta cantidad de sangrado. Aunque esto es común, la tasa a la que esto ocurre puede controlarse por medio de un almacenamiento apropiado y técnicas de uso.

La grasa puede cambiar sus características durante el almacenamiento. El producto puede oxidarse, sangrar, cambiar su apariencia, contaminarse o hacerse más firme o suave. El grado de afectación varía con la duración del almacenamiento, la temperatura y la naturaleza del producto.

Otra práctica recomendada de la industria especifica que siempre que se reciba cualquier tipo de lubricante, deben seguirse los métodos de uso y almacenamiento de acuerdo con el sistema de manejo de inventarios “primero en entrar/primero en salir” (PEPS o FIFO). Esto simplemente requiere que el usuario utilice en primer lugar la grasa que entró primero en el almacén. Además, los fabricantes de grasas deben colocar un código de fecha o número de lote en los envases individuales o cajas que ayuden a determinar el mes, día y año en que la grasa se fabricó. Como se mencionó anteriormente, las grasas tienden a sangrar y liberar sus aceites básicos durante el almacenamiento. La tasa de liberación de aceite aumentará con el tiempo y variará en función de la temperatura a la que se almacena. Idealmente, la grasa debe almacenarse en interiores, en un área fresca y seca, que no exceda de 30°C (86° F) ni esté por debajo de 0°C (32° F).

Las áreas de almacenamiento también pueden estar expuestas a contaminantes como el polvo, la suciedad, la humedad o agua de lluvia, que pueden deteriorar severamente la calidad de la grasa.

Para garantizar la limpieza y calidad original de una grasa, así como para evitar la separación excesiva de aceite, se recomienda observar las siguientes técnicas para el almacenamiento y manejo de las grasas:

  • No utilices grasas lubricantes que hayan estado almacenadas por largos períodos de tiempo a menos que su condición y limpieza pueda ser verificada por un análisis de laboratorio.
  • El almacén debe estar separado de áreas con contaminantes, tales como partículas metálicas, polvo, suciedad, vapores químicos y humedad. El cuarto debe estar a temperatura adecuada, bien ventilado y contar con accesorios limpios, equipos de despacho y otras necesidades. El personal también debe estar debidamente capacitado en las técnicas de almacenamiento y control de inventarios para evitar la contaminación.
  • Los contenedores de grasa deben estar claramente etiquetados con la fecha en que fueron recibidos, el tipo y marca de grasa, etc. Estas etiquetas deben colocarse en un sitio en el que se puedan leer fácilmente.
  • Guarda la grasa en su envase original hasta que vayas a usarla.

 

  • Nunca dejes los contenedores de grasa mal cubiertos, destapados o Deben estar cerrados herméticamente entre usos. Si los recipientes se almacenan en exteriores, cúbrelos con una lona pesada, o con una cubierta de plástico para evitar el ingreso o acumulación de agua o suciedad. Debes evitar colocar los tambores, cubetas y bidones directamente sobre el suelo, almacenándolos sobre sus costados o inclinados en un ángulo de 45 grados para evitar que entre humedad o suciedad al producto.

 

  • Todos los instrumentos utilizados para manipular o aplicar la grasa deben limpiarse antes de utilizarlos.

 

  • Nunca uses un soplete o llama abierta para calentar un contenedor de grasa. Esto genera riesgo de incendio.

 

  • Haz un registro de inventario y utilización independiente por cada Llevar un registro del consumo de grasa y en qué máquina o pieza de equipo se utiliza te ayudará a mantener un inventario exacto.

 

  • Utiliza primero el contenedor más antiguo.

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