Grupo Suquimsa

Más Allá del Olfato

Mas allá del olfato
Por Qué No Debes Confiar en Tu Nariz

Tabla de contenidos

1. Introducción: El Instinto Engañoso

Es un instinto casi automático: cuando existe incertidumbre sobre la frescura de un alimento, la primera reacción suele ser olerlo. Si no emite aromas extraños, se tiende a asumir que está en buen estado y es seguro para el consumo.1 Esta dependencia del olfato, profundamente arraigada, genera una falsa sensación de seguridad que puede tener consecuencias peligrosas.

Sin embargo, esta creencia generalizada es a menudo poco fiable y puede ser engañosa cuando se trata de la seguridad alimentaria. El problema central es que muchas de las amenazas más peligrosas en los alimentos son «silenciosas». No producen olores, sabores ni cambios visibles perceptibles, lo que convierte la evaluación sensorial en un método inadecuado y potencialmente peligroso para determinar si un alimento es seguro.2

Esta confianza en las señales sensoriales, como el olfato, para juzgar la seguridad de los alimentos, revela una concepción errónea generalizada entre los consumidores. Se equiparan incorrectamente las señales sensoriales (olfato, vista, gusto) con la seguridad alimentaria, cuando en realidad, estas señales están más vinculadas al deterioro de la calidad que a la presencia de patógenos. Esta no es una preocupación menor; representa una brecha crítica en la salud pública. Si una parte significativa de la población confía en indicadores poco fiables, el riesgo de enfermedades transmitidas por alimentos aumenta considerablemente, lo que puede conducir a hospitalizaciones y muertes prevenibles, tal como lo estiman los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), que indican que 1 de cada 6 estadounidenses contrae enfermedades transmitidas por alimentos cada año.6 Abordar esta dependencia de señales sensoriales defectuosas exige una educación pública sólida y reiterada para guiar el comportamiento del consumidor hacia prácticas de seguridad alimentaria basadas en la evidencia.

2. El Peligro Invisible: Cuando el Olfato Falla

Para comprender por qué el olfato no es un indicador fiable, es fundamental diferenciar entre dos tipos de microorganismos que afectan los alimentos:

  • Microorganismos de Deterioro: Muchos microorganismos causan el deterioro de los alimentos, lo que se manifiesta en olores, sabores o cambios de apariencia desagradables (por ejemplo, leche agria o moho visible). Estos son a menudo descritos como «molestos» porque hacen que el alimento sea poco apetecible, pero generalmente no provocan enfermedades graves.5
  • Microorganismos Patógenos y Toxinas: En contraste, los microorganismos más peligrosos son los patógenos (bacterias, virus, parásitos) o las toxinas que producen. Estos son los responsables de las enfermedades transmitidas por los alimentos y, de manera crucial, a menudo no alteran las características sensoriales del alimento, es decir, su olor, sabor o apariencia. Esto los hace indetectables para los sentidos humanos.3 Esta distinción es vital: un alimento puede parecer perfectamente bueno y, sin embargo, ser un grave peligro para la salud. Esta «amenaza oculta» amplifica el riesgo al inducir una falsa sensación de seguridad en los consumidores, lo que aumenta la probabilidad de que ingieran alimentos contaminados.

 

Existen ejemplos concretos de estas amenazas silenciosas:

  • Bacterias: Bacterias como la Listeria y la Salmonella no desprenden olores perceptibles por los seres humanos, lo que significa que la prueba del olfato no detectará su presencia.1 Otros microorganismos peligrosos como Campylobacter y Escherichia coli (E. coli) también pertenecen a esta categoría, ya que no alteran el sabor, la apariencia ni el olor del alimento.3 El Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) afirma inequívocamente que «no se pueden ver, oler ni saborear las bacterias dañinas que pueden causar enfermedades», lo que refuerza la falta de fiabilidad de las señales sensoriales.4
  • Toxinas: Ciertas toxinas producidas por microorganismos o presentes de forma natural en algunos alimentos también son indetectables por nuestros sentidos. Un ejemplo destacado son las Ciguatoxinas, encontradas en ciertos pescados, que son descritas como «incoloras, inodoras e insípidas».8 Es alarmante que estas toxinas sean «termoestables», lo que significa que no se eliminan al cocinarlas ni al congelarlas, una creencia errónea común entre los consumidores.8 La intoxicación alimentaria también puede ser resultado de «toxinas en pescados o mariscos dañados o en mal estado», ilustrando aún más los peligros químicos ocultos.7 El hecho de que ciertas toxinas resistan métodos comunes de seguridad doméstica como la cocción y la congelación subraya la complejidad de la seguridad alimentaria más allá de la mera contaminación bacteriana y la importancia de comprender los riesgos específicos asociados con ciertos alimentos.
  • Mohos: Aunque algunos mohos son visibles, el USDA aconseja no oler los alimentos con moho, ya que la inhalación de esporas puede causar problemas respiratorios.9 Además, el moho visible puede ir acompañado de bacterias invisibles, y algunos mohos producen micotoxinas venenosas que pueden provocar enfermedades.9

3. Consecuencias de Confiar en el Olfato: Riesgos para la Salud

Confiar en el olfato para determinar la seguridad alimentaria expone a los individuos a diversos riesgos de salud, que van desde molestias leves hasta complicaciones graves y potencialmente mortales.

Los síntomas comunes de una intoxicación alimentaria suelen aparecer rápidamente, entre 2 y 6 horas después de la ingestión, aunque este tiempo puede variar según la causa.7 Estos incluyen calambres abdominales, diarrea (que puede contener sangre), fiebre y escalofríos, dolor de cabeza, náuseas, vómitos y debilidad general.7

Ciertos grupos de población enfrentan un riesgo significativamente mayor de complicaciones graves debido a enfermedades transmitidas por alimentos. Estos incluyen niños, ancianos, mujeres embarazadas y personas con sistemas inmunitarios debilitados debido a afecciones médicas subyacentes (como enfermedad renal, diabetes, cáncer o VIH/SIDA) o tratamientos médicos (como quimioterapia o radioterapia).7 Este impacto desproporcionado no es solo un riesgo individual; representa una carga social más amplia. Proteger a estos grupos vulnerables requiere una mayor concienciación y un cumplimiento más estricto de los protocolos de seguridad alimentaria por parte de todas las personas involucradas en la manipulación y preparación de alimentos.

Las consecuencias menos comunes, pero potencialmente mortales, de la intoxicación alimentaria incluyen:

  • Deshidratación: Esta es la complicación grave más frecuente, caracterizada por una pérdida crítica de agua, sales y minerales debido a los vómitos y la diarrea. Si es grave y no se trata, la deshidratación puede provocar daño orgánico y otros problemas de salud serios.7
  • Infecciones Sistémicas: Las bacterias dañinas pueden causar enfermedades generalizadas en todo el cuerpo, lo que lleva a condiciones como la presencia de bacterias en el torrente sanguíneo, meningitis (inflamación de las membranas que rodean el cerebro y la médula espinal) y sepsis (una reacción exagerada del sistema inmunitario que daña los propios tejidos del cuerpo).10
  • Daño Orgánico y Neurológico: Patógenos específicos pueden causar daño orgánico grave, como insuficiencia renal (por ejemplo, el síndrome urémico hemolítico, a menudo causado por E. coli), y problemas neurológicos, incluyendo visión doble o borrosa, debilidad muscular, hormigueo, entumecimiento e incluso parálisis (por ejemplo, por botulismo o síndrome de Guillain-Barré), o daño nervioso por ciguatoxinas.8
  • Riesgos en el Embarazo: La infección por Listeria durante el embarazo es particularmente peligrosa, ya que puede provocar resultados graves como aborto espontáneo, muerte fetal intrauterina o sepsis y meningitis en recién nacidos.10
  • Condiciones Crónicas Post-Intoxicación: En algunos casos raros, la intoxicación alimentaria puede desencadenar condiciones crónicas como artritis (hinchazón y dolor en las articulaciones) y síndrome del intestino irritable (una afección intestinal crónica).10

4. Métodos Confiables para Garantizar la Inocuidad Alimentaria

La seguridad alimentaria fiable no se basa en la intuición, sino en directrices establecidas y respaldadas por la ciencia, proporcionadas por organismos autorizados como el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA), la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) y la Organización Mundial de la Salud (OMS).4 Estas organizaciones dedican amplios recursos a investigar y difundir las mejores prácticas.

El marco universalmente reconocido para la seguridad alimentaria del consumidor se resume en Los Cuatro Pasos Clave para la Seguridad Alimentaria. Este marco es la piedra angular de la seguridad alimentaria del consumidor, ampliamente promovido por su eficacia y simplicidad. Su consistencia en las recomendaciones de múltiples agencias como el USDA y la OMS demuestra su robustez y su utilidad como herramienta de educación pública. La inclusión de estos pasos en guías de bolsillo para respuesta a emergencias 13 subraya aún más su importancia fundamental y adaptabilidad en diversos escenarios.

A continuación, se presenta una tabla que detalla estos pasos esenciales:

Tabla 1: Los Cuatro Pasos Clave para la Seguridad Alimentaria

 

Paso

Descripción

Por Qué Es Importante

Limpiar

Lave sus manos y superficies con frecuencia.

Las bacterias dañinas no se ven, huelen ni saborean.4 La limpieza previene la contaminación.

Separar

Evite la contaminación cruzada entre alimentos crudos y cocidos.

Los jugos de carnes crudas pueden contaminar otros alimentos, incluso sin contacto directo.4

Cocinar

Cocine los alimentos a la temperatura interna adecuada, verificando con un termómetro.

La cocción a la temperatura correcta mata los microorganismos peligrosos.4

Enfriar

Refrigere los alimentos perecederos rápidamente.

El enfriamiento rápido evita el crecimiento rápido de bacterias que causan enfermedades.4

Más allá de los Cuatro Pasos, existen otras consideraciones importantes:

  • Fechas de Caducidad: Siempre revise las fechas de «consumir preferentemente antes de» o «fecha de caducidad» en los envases de los alimentos. Estas fechas son indicadores cruciales de seguridad y calidad.4
  • Almacenamiento Adecuado: Mantenga la temperatura del refrigerador a 4.4°C (40°F) o menos y la del congelador a -17.7°C (0°F) o menos para inhibir el crecimiento bacteriano.4
  • Manejo de Mohos: Reitere el consejo específico para el moho: no huela los alimentos mohosos debido a los riesgos respiratorios, y deséchelos adecuadamente, ya que pueden estar presentes bacterias invisibles y micotoxinas.9
  • Origen de los Alimentos: Es importante considerar el origen de los alimentos, especialmente para aquellos conocidos por portar riesgos específicos, como ciertos pescados que pueden contener ciguatoxinas en regiones particulares.8

Es importante contrastar estas prácticas con la evaluación sensorial profesional. Si bien la evaluación sensorial existe, es una disciplina científica compleja utilizada en la industria alimentaria para el control de calidad, el desarrollo de productos y la evaluación de preferencias del consumidor, no principalmente para la seguridad contra patógenos.18 Implica paneles entrenados, entornos controlados y análisis estadísticos para evaluar atributos como aroma, sabor, textura y apariencia, pero es fundamentalmente diferente de una simple prueba de olfato para la seguridad.

Este enfoque en los «Cuatro Pasos» y otras directrices oficiales se enmarca en la naturaleza sistémica de la seguridad alimentaria. Si bien las acciones individuales del consumidor son vitales, son solo un eslabón en una cadena compleja. La seguridad alimentaria efectiva es un sistema de múltiples capas que involucra a productores, reguladores y organismos internacionales. Por ejemplo, el Objetivo de Desarrollo Sostenible 2 de la ONU busca el hambre cero y la seguridad alimentaria a nivel global 12, y organizaciones como DNV enfatizan el control de los peligros a lo largo de toda la cadena de valor «desde el campo hasta el consumidor».6 Este contexto más amplio refuerza la credibilidad de las prácticas recomendadas, presentándolas como componentes de un marco reconocido globalmente y basado en la ciencia para garantizar la seguridad alimentaria.

5. Conclusión: Protege a Tu Familia con Conocimiento

En resumen, confiar en el sentido del olfato (o la vista y el gusto) para determinar la seguridad alimentaria es una concepción errónea y una práctica peligrosa. La ausencia de un mal olor no es garantía de que un alimento sea seguro para el consumo, ya que los patógenos más peligrosos son indetectables sensorialmente.1

La seguridad alimentaria moderna requiere un cambio fundamental de un enfoque reactivo, que espera señales de deterioro, a un enfoque proactivo y sistémico. Mientras que la «prueba del olfato» es reactiva, esperando señales de deterioro, los «Cuatro Pasos» son proactivos, previniendo la contaminación y el crecimiento de patógenos independientemente de las señales sensoriales. Este cambio de paradigma es crucial en un contexto donde muchos peligros son imperceptibles.

Se alienta encarecidamente a los lectores a ir más allá del instinto y adoptar prácticas de seguridad alimentaria basadas en la ciencia y la evidencia. El conocimiento y la aplicación diligente de métodos probados son la verdadera defensa contra las enfermedades transmitidas por alimentos. Al aplicar los «Cuatro Pasos» y mantenerse informados a través de directrices oficiales proporcionadas por fuentes confiables y autorizadas como el USDA, la FDA y la OMS 4, los consumidores pueden proteger eficazmente a sus familias y contribuir a una comunidad más sana. La seguridad alimentaria es un proceso continuo y proactivo, no una verificación única o una suposición basada en los sentidos.

Fuentes citadas

  1. Por qué no siempre sirve oler la comida para saber si está mala, acceso: junio 4, 2025, https://www.lavanguardia.com/comer/al-dia/20230829/9191966/siempre-sirve-oler-comida-esta-mala.html
  2. Oler la comida no basta para confirmar si está o no en buen estado – La Nación, acceso: junio 4, 2025, https://www.lanacion.com.py/estilodevida/2023/08/28/oler-la-comida-no-basta-para-confirmar-si-esta-o-no-en-buen-estado/
  3. «Hay microorganismos peligros que no alteran ni sabor, ni olor, ni el …, acceso: junio 4, 2025, https://cadenaser.com/programa/2019/04/09/ser_consumidor/1554803742_548109.html
  4. ¡Mantenga los Alimentos Seguros! Conceptos Básicos de Inocuidad …, acceso: junio 4, 2025, https://www.fsis.usda.gov/food-safety/safe-food-handling-and-preparation/food-safety-basics/mantenga-los-alimentos-seguros
  5. OMS: Las cinco claves para la inocuidad de los alimentos – YouTube, acceso: junio 4, 2025, https://www.youtube.com/watch?v=ULZSfFVpLtQ
  6. Peligros para la Seguridad Alimentaria – DNV, acceso: junio 4, 2025, https://www.dnv.com/ar/assurance/food-and-beverage/peligros-para-la-seguridad-alimentaria/
  7. Intoxicación alimentaria: MedlinePlus enciclopedia médica, acceso: junio 4, 2025, https://medlineplus.gov/spanish/ency/article/001652.htm
  8. Ciguatoxinas – ELIKA Seguridad Alimentaria, acceso: junio 4, 2025, https://seguridadalimentaria.elika.eus/fichas-de-peligros/ciguatoxinas/
  9. Hongos en los Alimentos: ¿Son Peligrosos? – USDA Food Safety and Inspection Service, acceso: junio 4, 2025, https://www.fsis.usda.gov/food-safety/safe-food-handling-and-preparation/food-safety-basics/hongos-en-los-alimentos-son
  10. Intoxicación alimentaria – Síntomas y causas – Mayo Clinic, acceso: junio 4, 2025, https://www.mayoclinic.org/es/diseases-conditions/food-poisoning/symptoms-causes/syc-20356230
  11. Enfermedades causadas por alimentos: primeros auxilios – Mayo Clinic, acceso: junio 4, 2025, https://www.mayoclinic.org/es/first-aid/first-aid-food-borne-illness/basics/art-20056689
  12. Alimentación | Naciones Unidas – the United Nations, acceso: junio 4, 2025, https://www.un.org/es/global-issues/food
  13. Recursos de seguridad alimentaria en español – USDA Food and Nutrition Service, acceso: junio 4, 2025, https://www.fns.usda.gov/es/ofs/recursos-en-espanol
  14. Preguntas Frecuentes Sobre Irradiación y Seguridad Alimentaria – USDA Food Safety and Inspection Service, acceso: junio 4, 2025, https://www.fsis.usda.gov/food-safety/safe-food-handling-and-preparation/food-safety-basics/preguntas-frecuentes-sobre
  15. iris.who.int, acceso: junio 4, 2025, https://iris.who.int/bitstream/handle/10665/43634/9789243594637_spa.pdf
  16. Guía del Consumidor Sobre Inocuidad Alimentaria: Tormentas y Huracanes Severos, acceso: junio 4, 2025, https://www.fsis.usda.gov/food-safety/safe-food-handling-and-preparation/food-safety-basics/guia-del-consumidor-sobre
  17. Cómo cambian los sentidos del olfato y del sabor a medida que …, acceso: junio 4, 2025, https://www.nia.nih.gov/espanol/boca/como-cambian-sentidos-olfato-sabor-medida-envejece
  18. Evaluación de la Calidad Alimentaria: Métodos y estándares, acceso: junio 4, 2025, https://www.euroinnova.com/nutricion/articulos/evaluacion-calidad-alimentaria
  19. Tras las apariencias: Cómo el análisis sensorial mejora la calidad de – MetroQuimica Net, acceso: junio 4, 2025, https://metroquimica.net/blogs/news/tras-las-apariencias-como-el-analisis-sensorial-mejora-la-calidad-de-lo-que-usas-y-consumes
  20. Evaluación sensorial aplicada a la investigación, desarrollo y control de la calidad en la industria alimentaria – IESTP Cabana, acceso: junio 4, 2025, https://iestpcabana.edu.pe/wp-content/uploads/2021/11/ANALISIS-SENSORIAL.pdf

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